Danny Luaces es de esos peloteros que cuando usted lo ve, recuerda a atletas de otras muchas disciplinas resumidas en una sola anatomía.
 
Lo mismo , un exponente del atletismo mundial que un recio boxeador listo para saltar al ring. Pudiera recordarle a un campeón de kayac o un futbolista estrella de una liga europea.
 
Pero Danny Luaces desde hace muchos años supo que había nacido para el béisbol.
 
Decidido a integrar todas sus herramientas y cualidades para convertirse en un jugador de élite y con excelentes condiciones para hacerlo, ha transitado en relativo silencio por las distintas etapas de su crecimiento deportivo.
 
Ya sabe lo que es ser cuarto bate de una selección de béisbol cuando ocupó ese puesto en el 6to torneo Nacional de Béisbol Sub 23.
 
Sin embargo, bajo la dirección de Miguel Borroto en la 59 y la 60 Serie Nacional de Béisbol,  sus posibilidades fueron muy escasas al no poder jugar todo lo necesario para lograr un rendimiento decoroso. Rodeado de una estela de jugadores de mucha calidad que en esos años militaron en las filas de Los Toros, las posibilidades eran cada vez menores.
Nombres como Loidel Chapelli Jr. , Leonel Moa, Luis González Azcuy  y Jorge Cardosa, le pusieron alto el listón a Luaces que tuvo que compartir junto a Yanmichel Flores , las pocas oportunidades de dar a conocer sus principales potencialidades.
Algunos entendidos aún piensan que Miguel Borroto debió darle más turnos al bate a un pelotero que debía explotar de un momento a otro.
 
Pero el esperado estallido se convirtió en una implosión para el desmotivado Luaces, que lo empujó a hacer cambios en sus planes, cuando para la 61 Serie decidió irse a la selva avileña a incursionar como Tigre bajo la tutela de Yorelvis Charles , en una serie que le dio menos posibilidades de lo que esperaba y que tampoco fue su consagración.
 
Hoy, Danny Luaces está consciente de la estupenda oportunidad que tiene en las praderas de los Toros para jugar una temporada completa sin grandes presiones , como jardinero izquierdo regular o quizás, ante la posible salida de Luis González, y con  la potencia de su brazo pudiera llegar a convertirse en el jardinero derecho titular del equipo. Este reto constituye un importante estímulo para Luaces que deberá esforzarse para superar los números de Azcuy.
 
Ante estos eventos, Luaces entrena bajo la convicción de que este tiene que ser “el año del cuaje”.
 
“Realmente en Ciego de Ávila no cumplí mi objetivo. Mi meta era jugar más de la mitad de los partidos y no pudo ser. Este fue uno de los motivos por los cuales decidí volver a mi Camagüey. Además , debo decir que en mí ha influido negativamente el factor suerte . Pero en este año me he propuesto revertir todos esos elementos negativos y vengo a darlo todo”: nos declaró el propio atleta.
 
“El convenio con los Tigres fue de dos años en calidad de préstamo pero yo hablé con la dirección de Ciego para que me liberara antes del término pues estaba ansioso por volver al Cándido González”.
 
“Estoy entusiasmado por el comienzo de la Serie provincial pues allí me probaré a mí mismo y quiero demostrar todo lo que he estado haciendo para lograr la meta.
 
“A mi me gustan los tres jardines y me desempeño bastante bien en ellos y aunque es verdad que hay nombres establecidos y qué hay que respetar, también es cierto que todo radica en el momento deportivo en el cual esté cada atleta. El que mejor esté es el que debe jugar”.
 
“Estoy muy enfocado en la preparación física y en el trabajo de fuerza en el gimnasio. Tengo la corazonada que este es mi año y no solo espero lograrlo a nivel provincial pues me he propuesto llegar a representar a Cuba en algún tipo de evento o liga foránea. Te reitero: es ahora o nunca.”
 
Las palabras del prometedor atleta de 26 años nos dejan un sabor dulce y la esperanza de reencontrar en Danny Luaces la promesa de ver a otro camagüeyano en planos estelares y después de tantas despedidas , regalarnos la oportunidad de darle la bienvenida a un Toro con sed de triunfo y victorias.

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