Foto: Yuniet Ávila (Isla-Isla).

Hay un dicho que dice: “no van lejos los de alante si Pepe y Sorís vienen bien”. Esperen, esperen, ¿era así?… Bueno ahora no estoy muy segura, jjjjj. La realidad es que pa’ lo que quiero decir esa versión me cuadra.
Por segunda subserie consecutiva, Camagüey llega a los juegos de fin de semana perdiendo el compromiso particular 1-2 y, por tanto, obligados a ganar ambos desafíos si sus pretensiones son llevarse en el bolsillo el duelo.
En la jornada sabatina, José Ramón Rodríguez, fue el encargado de buscar el empate. Tras caminar casi toda la ruta (7,2 innings), logró su cometido apuntándose su tercera victoria de la campaña.
Fue portador de un magnífico control. No regalar boletos fue la más fiel prueba. Le lograron fabricar un total de tres carreras con un ataque de once indiscutibles. También repartió seis ponchetes, llegando a un total de 41, cifra esta que lo posiciona entre los primeros del campeonato en este apartado.
Marlon Soriano vino a su rescate, sacando los últimos cuatro outs del desafío sin dificultades, el último de ellos por la vía de los strikes.
Los de la llanura, desplegaron una ofensiva potente, con dieciséis hits conectados, logrando pisar la goma en seis ocasiones. Un rally de cuatro anotaciones en el tercer episodio fue clave para la victoria.
Otra buena noticia fue la forma óptima en la que regresó nuestro avezado jardinero derecho, Luis González Azcuy, que se fue de 5-4 en ese juego. Asimismo, Lisván Fajardo sigue muy ofensivo, y compiló de 4-3 con par de impulsadas.
En ese encuentro, Danny Luaces sacó la pelota del parque por primera vez en la contienda cuando vino en sustitución de Michael Thompson abriendo el octavo inning.
Ya con el “Huracán” debilitado, todo estaba listo para que el zurdo Rodolfo Soris, completara la faena para salir beneficiados en el cortejo particular.
Cinco entradas logró caminar Sorís, permitiendo ocho cohetes y regalando dos boletos. Aún así, solo prestó la llave del Home play en una ocasión, justo cuando estaba de salida, dejando el juego cerrado: 2-1, a nuestro favor. Labor esta que le permitió anotarse el triunfo. Destacar que fue muy bien defendido, con mención especial para la atrapada de Michael Thompson en el mismo primer capítulo que impidió como mínimo una anotación a Los Huracanes.
La dirección de Camagüey, optó por traer a Yusmel Velázquez como relevo. Recordar que Yusmel ha sido utilizado como abridor desde el inicio de la campaña. Decisión esta un tanto arriesgada, porque significa perder al abridor del martes para la próxima subserie, no obstante, Marino apostó todo, para preservar la victoria.
Por suerte, ¡no fue en vano!
El devenido Toro, logró sortear las dificultades y preservar la victoria. En el noveno episodio, para darle la sal y pimienta que nunca pueden faltar en la receta victoriosa de Camagüey, se complicó luego de dos outs. Boleto a Laza, hit de Frank Alfonso y un wild pitch, abrieron las puertas del home play a la tercera carrera y colocó el empate en posición anotadora, y la ventaja en las muñecas del bateador en turno. Mi corazón que ya está probado, decidió mantenerse escuchando hasta el último instante, hasta ese momento dónde Lázaro Ponce falló en rodado hacia las siempre seguras manos de Emilio Torres, y se acabaron mis angustias.
El momento clave para la artillería camagüeyana ocurrió en el sexto capitulo ante el relevista Adrián Sosa. Un indiscutible de Yordanis Samón, par de pelotazos a Lisván Fajardo y Ermindo Escobar, y un oportuno hit de Jorge Luis Peña como emergente, permitieron anotar las dos carreras que marcaron la diferencia.
Otro juego chiquito, con diferencia de solo una carrera, que logran Marino y sus muchachos ganar.
Queda demostrado lo expuesto hace unos días por el colega Angel Esteban Miranda Fragoso en su artículo: “Hay un problema entre Toros: No hay cama pa’ tanta gente”. Los duelos Azcuy-Luaces y Fajardo-Peña, son un dolor de cabeza para la dirección taurina, pero de esos que son muy agradables. Creo que Marino ha sabido mover bien sus piezas con respecto a esto.
Lo más importante: Camagüey gana su quinta subserie de seis disputadas, y viniendo de abajo. Llega a 18 éxitos por 14 fracasos y se mantienen en el pelotón de vanguardia en la carrera por la clasificación.
Ahora toca enfrentar al elenco de Cienfuegos, en sus praderas del “5 de Septiembre”. Aunque no hay enemigo pequeño, y mucho menos en el béisbol, debe tratar Camagüey de aprovechar al máximo esta porfía.
Por cierto, que bonitos se ven Los Toros por televisión…

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