Ningún avileño olvida aquella Serie Nacional 1997-1998 en la cual “Los increíbles de Darío Cid”, pasaron de ser el peor equipo de los clásicos nacionales a convertirse en una de las mejores selecciones de Cuba.
Han pasado 25 años ya y estos Tigres mantienen su sed de triunfo, y en esa sed se incluye la venganza.
Hoy asestaron un zarpazo que deja medio muertos a Los Toros. Su victoria 7-4 frente a los de Marino Luis los ubica como virtualmente clasificados , mete en la clasificación a Mayabeque y saca del camino a Camagüey.
Los Tigres comenzaron delante haciéndole carreras a todos los lanzadores agramontinos. Macías, Odelín, Sorís y por último:Vizcay.
Solo en una ocasión estuvieron por debajo 1-2 pero aprovechando cada brecha no se detuvieron hasta fabricar 7 mientras el lanzador relevista Juan Jova, novato y ganador de su primer juego en series nacionales, ayudado por Liomil González, se las arreglaron para parar en seco los bates de Los Toros .
Mañana será la última oportunidad para Camagüey. Si Ciego triunfa, habrá clasificado. Juego de vida o muerte para Los Toros , que estará en las manos del derecho santiaguero Ángel Luis Márquez y que quedará en el recuerdo de muchos, como el día en que Los Tigres salieron al Cándido González a clasificar y a reclamar una vieja venganza.
O quizás, como el día en que Camagüey coronó su remontada.
Nos vemos mañana en el Cándido González.