Como se sabe, el ojo de una tormenta brinda aparente calma como la que hemos tenido en esta pausa por el polémico Juego de las Estrellas. Al pasar este centro del evento, se avecina una nueva tormenta y hay una duda que cuelga del cielo Camagüeyano. 

Ya terminó la primera parte del campeonato. Ya jugaron las estrellas. Pero una de las más brillantes, tiene media luz de preocupación.

Yosimar Cousín no logra satisfacer a la más exigente afición que le pide a gritos, de manera frenética, números a la altura de su calidad.

El estelar lanzador no es ajeno a la angustia que le causa una situación así. Dotado de un talento impresionante a sus 22 años, también es poseedor de una vergüenza y un pudor a prueba de momentos tan duros como este.

En más de una ocasión se ha visto en el ojo de la tormenta, soportando los embates del “respetable público”, pero que muchas veces, no ha sido “el respetuoso público”.

Hace apenas 10 meses, Yosimar Cousin era la sensación en la llanura Camagüeyana, era el Dios de los que, tomados de su brazo derecho, añorabamos la victoria que nos llevara a ser campeones. Su actuación en la última recta del campeonato, con un sprint propio de los superdotados, nos puso a todos a soñar con una tarde inolvidable en nuestro Cándido González.

En este momento, a la mitad del torneo, el joven Cousin de la Rosa, aún sabe que eso puede repetirse. Muchos, sabemos, que esta segunda etapa aún depara los momentos más dramáticos.

Para esta misma fecha, el pasado año… Tres lanzadores guiaban de manera oronda al pitcheo Camagüeyano. Eran Frank Madan, Yariel Rodríguez y Dariel Gongora. La actuación de Cousin apenas era llamativa, y algunos, mientras se mantenían embriagados de triunfos locales, no tenían tiempo para analizar lo que hoy recordamos.

Yosimar había ganado menos juegos en la 59, con balance de 4 victorias y 3 derrotas. A pesar de que había lanzado la misma cantidad de entradas que hasta ahora con 65.

Ganándole a Holguín, a La Isla, a Las Tunas y a Industriales. Y lanzando para un excelente promedio de 2.91 PCL, y un average de bateo rival de 246, cifras que lo llevaron a las filas del equipo Cuba.

Llegó la COVID con irregularidades en el entrenamiento por un incierto comienzo de campeonato y un calendario que parecía tan inestable como la angina de pecho que hoy castiga a cada aficionado que sufre por el béisbol Camagüeyano. Cambios de estructura y modificaciones en los ciclos de preparación fisica, y también llegó la Team Mate con su despiadado bote asesino que hoy mantiene felices a bateadores nunca antes vistos, y que ha logrado desestabilizar a pitchers y entrenadores.

Al día de hoy, nuestro Cousin tiene una victoria más (5-3) que hace un año atrás, con la misma cantidad de entradas lanzadas. Pero su promedio de carreras limpias se ha duplicado y más. Con un PCL de 6.30 y un alarmante y desconocido para él, 338 de AVE de bateo rival. Estas cifras han sido la causa de que a estas alturas no haya llegado ya a las 8 victorias, pues hace mucho rato fue el primero en llegar a 4.

Mucho se ha especulado sobre las causas de estos números entre fanáticos, aficionados y analistas. Algunos hablan de cansancio, otros de déficit de entrenamientos, y algunos más osados hasta de desinterés o simplemente falta de recursos en si mismo, o de calidad.

He escuchado de todo. Respeto cada opinion pero conservo mi propio criterio, el cual defiendo hoy.

De indiscutida calidad y con un enorme talento, me atrevo a poner las manos en el fuego al afirmar que a este lanzador le alcanzan sus herramientas y condiciones físicas para llegar a lanzar en cualquier pelota del mundo. Quizás la edad, las situaciones actuales, alguna inestabilidad en su aún muy joven pensamiento táctico, lo han ido llevando a cometer errores que le están sirviendo para forjar su propio camino. Pues como dijera el poeta “Se hace camino al andar”.

Hace un par de semanas, presentaba una dolencia en uno de sus dedos productos del sobreesfuerzo que realiza por lograr los resultados que aporten al equipo Camagüey : el propósito principal.

Por eso, y más, soy testigo de su decorosa actitud ante cada tropiezo y su vergüenza deportiva que sobrepasa su estatura y supera sus 22 abriles.

Comienza la segunda etapa que será difícil y vital para los Toros. Confío en cada nueva salida del como muchos han llamado “El nuevo Pedro Luis Lazo de la pelota cubana”. Dejará el orgullo herido en el terreno de juego y mirará al cielo con el dedo levantado, agitándolo, en señal de negación. Pará cerrar los labios de aquellos del respetable público que un día le negaron el respetuoso beneficio de la duda.

2 comentarios en «Yosimar Cousin: “Entre el ojo de la tormenta y el beneficio de la duda”»
  1. Excelente escrito con el cual concuerdo 100%.
    Sería muy bueno que se abordara el tema del por qué de la “bancoterapia” a la que está sometido Yandy Yanez.

  2. Estoy de acuerdo con el análisis de Ángel. Pero pienso qué hay factores que están haciendo presencia y llevando el peso de los resultados de Cousin. En el comentario se tocan varios pero creo que cansancio y exigencia en el entrenamiento por parte del atleta son los protagonistas.
    Camagüey la serie pasada contaba con el mejor cuerpo de lanzadores al menos eso reflejaban los papeles, en esta serie aunque es algo general en todos los equipos pero el picheo del equipo es casi el peor en los números. Entonces merita ya urgente un análisis por parte de la dirección del equipo, no puede ser que el picheo de relevo y cerrador esté en súper pésimas condiciones. Que se está haciendo en los entranamientos. Contamos con Lazo y Cortina. Hay calidad en los entrenadores, que está pasando entonces con los atletas. Hay preguntas varias.en estos momentos el equipo está el la sexta posición es cierto solo a tres juegos del primero pero cuidado que el equipo que ocupa el octavo lugar está solo a dos de Camagüey y fácilmente por un juego nos podemos quedar fuera de mis ocho.
    Otro análisis qué hay que hacer es el bateo, en el último juego con Artemisa cuatro ocaciones quedaron las bases llenas, el equipo está dejando muchos corredores en posición anotadoras. Hay una alineación inestable. El problema de la tercera base hay que definirlo. Para mi es Yanes y no Yosbel, por fin Téllez jugo, el receptor es Téllez y si hay que darle juego a Gómez y a Álvarez. Este último puede salir a jugar cuando hayan juegos donde se esté ganando olgadamente.
    Soy seguidor incondicional del equipo, pero estoy seguro qué hay fisuras en el equipo y espero que haya una reacción. Pronto se nos incorpora Yariel, esperamos por Lesly.
    Confío que partir de las sudseries que empiezan el próximo martes el equipo vuelva a tener la estabilidad que mostró en la primera mitad.

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