Teófilo Pérez Constante, nació el 17 de septiembre de 1968 en el municipio de Sierra de Cubitas, Camagüey. A la edad de 10 años se inicia en la práctica del béisbol motivado por la cercanía de su casa con el estadio Mario Herrero Toscano ubicado en este mismo municipio.
Sus primeros entrenadores Reinaldo Angulo y Domingo Pérez lo preparaban para ser un gran bateador, pero luego su entrenador Pascual se dio cuenta de que su lugar no era ni en los jardines, ni como bateador y fue entonces que comenzó a prepararse como lanzador.
En 1983 ingresa en la escuela de alto rendimiento provincial (ESPA) y participa en dos Series Nacionales Juveniles donde tuvo un récord de dos victorias y una derrota. Una vez terminada esa etapa se queda trabajando como parte de un grupo de atletas que se preparaban con vista a integrar la selección Camagüey a las series nacionales.
Debuta en la XXVI Serie Nacional en el año 1987 bajo el mando del director Miguel Borroto y acumula un récord de cinco victorias y tres derrotas con ocho juegos salvados que le son válidos para ser seleccionado el novato del año por la región oriental.
Teófilo se caracterizó por dominar un amplio repertorio de lanzamientos en los que se incluían una recta pesada de más de 90 millas sostenidas, una curva pronunciada, un buen tenedor y sinker, así como la slaider que dominaba a la perfección.
En la XXXIX Serie Nacional de Béisbol en 1999, resultó entre los pitchers más destacados al ganar 14 juegos y promediar para 1.79 carreras limpias. Además, en la XXXI Serie Nacional de Béisbol en 1992 logró 10 victorias y en la XXXII Serie Nacional de Béisbol en 1993 lanza para una efectividad de 1.76.
Su participación en 16 series nacionales, 5 selectivas, 3 súper selectivas y 2 copas Revolución, lo avalan como uno de los más destacados serpentineros camagüeyanos que integra el selecto grupo de lanzadores con más de 100 victorias en series nacionales. En total archivó 129 victorias y 128 derrotas, ubicado en el lugar 42 entre los más ganadores empatado con otros dos serpentineros.
Teófilo Pérez lanzó en 423 partidos, de los cuales inició 275, completó 89 y relevó en 148, su promedio de ganados y perdidos fue de 502. Propinó 23 lechadas y participó con otros lanzadores en 7 blanqueadas a múltiples manos, intervino en 26 juegos salvados.
En 1,999 innings de actuación se enfrentó a 7,717 bateadores de manera oficial, que le conectaron 2,105 hits, 338 tubeyes, 46 triples y 202 cuadrangulares para un promedio ofensivo de los contrarios de 273, nada malo para un lanzador que lanzó 13 de sus 16 campañas con bate de aluminio.
Permitió 1075 carreras, de ellas 931 limpias, para un promedio de efectividad de 4.19. Ponchó a 1,061 rivales, otorgó 602 bases por bolas y 66 boletos intencionales. Soportó 91 sacrificios hits y 72 sacrificios fly. Propinó 147 pelotazos, cometió 6 balks y 78 wild pitches.
Representó a Cuba en 2 Juegos Mundiales Universitarios donde se coronó campeón. El primero en 1993 en Búfalo, Estados Unidos y los segundos en Fukuoka, Japón en 1995. A pesar de sus excelentes condiciones y resultados en series nacionales, nunca representó a Cuba en algún evento oficial, lo que es considerado para muchos como una de las mayores injusticias hacia un pelotero camagüeyano.
Su retiro llega en la XLII Serie Nacional en el año 2003 a la edad de 35 años. La decisión del retiro no fue tomada por el propio atleta quien se sintió frustrado por este retiro obligatorio y no aceptó la propuesta de regresar a nuestras series nacionales años después
Después de su retiro colaboró por 5 años en la República Bolivariana de Venezuela, país al que clasificó a eventos centroamericanos, panamericanos y mundiales después de varios años alejados de estos.
Terminada su misión en Venezuela regresa a Cuba donde se incorpora al equipo Camagüey por 7 años como entrenador de pitcheo en las series nacionales. También realizó trabajos con lanzadores de la academia provincial.
Actualmente se encuentra trabajando en Tijuana, México en la academia González. Allí se encuentra al frente del área de pitcheo donde preparan a futuras estrellas para ser firmadas por los equipos profesionales.