Por estos días ha sido tendencia en todo el país, los nuevos cambios de dirección en los próximos equipos de béisbol que se preparan para la bien alejada y venidera 62 Serie Nacional de Béisbol.Amén de que la 61 aún no ha acabado y algunos equipos ya piensan en renovación, los aficionados y fanáticos que no se ven identificados con la postemporada actual, buscan refugiarse en otros temas de polémica y debate.
Por las calles de Camagüey, llena de personas por estos días, en los que se habla de muchas cosas, y entre ellas, de béisbol…hay un tema que retumba con fuerza: La salida de Miguel Borroto del puesto de mando agramontino, anunciado hace unos días en Conferencia de prensa ofrecida por el Inder y la Comisión Provincial de Béisbol.
Esta “liberación” del cargo, era un “secreto a voces” pues la “No clasificación” de Los Toros en la 60 y en la 61, fue el detonante para una bomba que solo necesitaba un poco de tiempo.
A través del Periódico Adelante, el periodista Félix Anazco, disertó acerca de los saldos positivos de la gestión del Jerarca como timonel en estos 3 últimos años. Pero el no lograr el pase a la postemporada le pasó factura.
Se ha especulado acerca de una reclamación escrita por parte del experimentado mentor, pero la “vox populi” es muy osada en ocasiones, y la verdad es que aún no existe ninguna muestra que de solidez y firmeza a semejante conjetura del respetable público.
Se han invocado varios nombres de posibles directores que puedan ocupar el puesto vacante: Marino Luis, los avileños Darío Cid, Roger Machado, el pinareño Pedro Luis Lazo, el santiaguero Luis Danilo Larduet y hasta el vilipendiado Víctor Mesa.
Parte de la afición ha respondido a estas ideas de manera enérgica y negativa, somos muchos los que preferimos tener un director que sea puramente camagüeyano. Pero admito que gran parte de este apasionamiento que comparto como aficionado, lleva una gran carga subjetiva y regionalista.
Si de manera imparcial, y mucho más objetiva, analizamos el tema con profundidad, salen a la luz varios argumentos interesantes.
Para mí la idea de un director de otra provincia no es mala si lo miramos desde el punto de vista del béisbol en general, sin entrar en chovinismos ni “fincas propias”.
Machado ahora mismo es la mejor opción desde el punto de vista de los números fríos, si tenemos en cuenta solamente los resultados obtenidos bajo su mando por Los Tigres de Ciego de Ávila. Los tres títulos avileños, lo dicen todo. Pero lo que pasa es que en Cuba no tenemos mucha cultura y hábito de esto de traer a alguien de afuera, y enseguida nos sale el querer ser más camagüeyanos que nadie, y se esgrimen argumentos como “si le quita la plaza a otro técnico o que si eso desmotiva a los demás”. A eso súmele, que Machado a sido un ser “anti-camagüeyano” desde sus inicios como atleta, fomentada esta aversión por la rivalidad beisbolera surgida entre ambas escuadras, entre ambas provincias y sus distintas disciplinas deportivas. Este rechazo se evidenció mucho más por las innumerables veces que Machado descartó la presencia de algún Toro entre los Tigres, en forma de refuerzo. Algunos hasta afirman que Roger llegó a declarar de manera pública que no gustaba de los peloteros agramontinos. Y nada de esto es propicio para que exista buena química entre un directivo y sus atletas.
Vamos a hacer memoria y recordar lo que pasó con Esteban Lombillo en la 54 Serie Nacional. Este director, después de haber sido campeón nacional con el antiguo equipo Habana, venía de todo un año de inactividad, luego de haber caído al lugar 16 en sus dos últimas presentaciones como director.
Llegó con la esperanza de reverdecer laureles como timonel y, sin embargo, firmó la peor actuación de un equipo camagüeyano en Series Nacionales, resignándose al último lugar de la tabla de posiciones. Sin embargo, vale decir a favor de Lombillo, que se comentó con mucha fuerza, que gran parte de este mal resultado fue producto a la falta de ayuda que tuvo de los propios atletas que no lo aceptaron por ser de otra provincia, lo cual constituyó una falta de profesionalidad total por parte de los peloteros del terruño.
Una razón más para asimilar que el tema es complicado.
Usted puede tener al mejor manager del mundo que si los atletas no asimilan y hacen conciencia que ese es su manager y solo creen, por tanto, que tienen que cumplir con su agenda y su trabajo como peloteros, todo puede terminar en un caos.
Pienso que el factor clave es ese: Cómo sería visto ese nuevo manager por los atletas en cuestión.
Después de ese análisis pudieran o no venir los resultados.
Este asunto fuera de Cuba no pasa porque rara vez un equipo de cualquier lugar del mundo es dirigido por alguien que nació en ese terruño.
Lo mismo pasa con los propios peloteros. Que en cuba ya se han ido acostumbrado y no se ve tan mal, pero hasta hace solo unos años era prohibido cambiarse de equipo en la Serie Nacional. Ojalá y esto sucediera con los directivos también.
Si pensamos en mejorar el nivel tenemos que tratar de tener a los mejores al mando. A veces a los seres humanos nos cuesta trabajo abrir un poco la mente y mirar un poco más allá. Realmente tenemos que pensar como equipo y aceptar lo que es mejor para los Toros. De la misma manera que Samón nos ha sido útil, un buen manager también lo puede ser.
En el caso de los paisanos, los nuestros, los propios, apuesto por Leonel Moa, y por el crecimiento como director de Marino Luis el cual tendrá la oportunidad de escribir su propia historia durante dos Campeonatos Nacionales sub 23 de manera consecutiva. También me hubiera gustado mucho ver al frente de los Toros a Loidel Chapellí, con el cual tuve la oportunidad de conversar en muchas ocasiones durante la final del 2020 entre Matanzas y Camagüey, y del cual aprendí que el béisbol es un mundo mucho más amplio que el que vemos cuando pensamos con la cabeza caliente.
En fin, si pudiera escoger a algún director que no fuera camagüeyano, mi pensamiento se detendría en una difícil encrucijada pensando en dos nombres.
Primero, el más exitoso y ético de los directores que he visto pasar por Series Nacionales: a Jorge Fuentes. Alejado hace tanto tiempo de los banquillos de mando, verlo nuevamente en esas funciones sería un verdadero lujo lo mismo para atletas que para los aficionados.
De la misma manera, y no menos importante, de la mano de José Manuel Cortina, con todo el conocimiento adquirido a la largo de los años de carretera en esta pasión tan suya, sería un golpe de excelencia en el cuerpo de dirección de cualquier equipo de nuestras series nacionales.
En fin…Que la 61 serie aún no tiene un campeón, que restan unos 15 meses para que comience la 62 y desde ahora comienza un nuevo capítulo de esta novela titulada
“¿Quién le pone el cascabel al Toro?”

2 comentarios en «¿NUEVO TIMONEL EN CAMAGÜEY? ¿Quién le pone el cascabel al Toro?»
  1. Si queremos llegar lejos en las próximas SN hay que te er un DT con experiencia en SN y no tenemos ninguno de aquí, para mi Roger Machado es la mejor opción. También soy camagueyano y regionalista, se puede incluir en el cuerpo de dirección uno de aquí ( Marino L u otro) y así va ganando en experiencia.

  2. Para mí tenemos buena madera en Camagüey respecto a los jugadores,para mí punto de vista al equipo desde hace muchos años les hace falta una mano dura que los dicipline y los entrene más,es decir jugar el a b c de la pelota con deceo,para mí al equipo le hace falta un director como Víctor mesa que les exige al máximo a sus jugadores ,que los hace correr duro y darlo todo en el terreno,pongo esté ejemplo porque lo e visto así en otros equipos,pero no hay nada mejor como un director que allá jugado y sea de nuestra provincia,que tenga amor y pacion por nosotros ,y soy del criterio de que un buen jugador puede ser un buen director…me gustaría ver dirigiendo a un jugador reiterado de hace poco y que sea joben con ganas de trabajar,por ejemplo a LOIDEL CHAPELLI . exelente jugador y mira siempre le inculcó la pelota a su hijo y mira el resultado muy buen jugador desde niño,piensen en el si es que el quiere por su puesto , saludos

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