El doble play en el béisbol es una de las jugadas más efectiva y contundente, un respiro para el lanzador que con solo un lanzamiento logra dos outs que pudieran poner el inning en punto de mate o simplemente liquidar cualquier amenaza del equipo contrario.

Cuando se habla de doble play en béisbol se refiere a una jugada realizada por los jugadores pertenecientes a la defensiva, con la finalidad de hacer out al equipo ofensivo. Como todo en el béisbol, esta jugada tiene su respectiva técnica y mecanismo para llevarlo a cabo. Aunque la mayoría de las personas piensan que un doble play en béisbol se da por cuestión de suerte, realmente va más allá de esa simpleza.

En un principio se pudiera pensar que un doble play puede ser considerado como un error del bateador que no logró dirigir la bola hacia el lugar correcto o simplemente no le dio con suficiente fuerza a la pelota para que esta se fuera libremente hacia los jardines. Pero realmente lo que hay detrás de esa jugada es una buena estrategia del lanzador que lanza la bola de forma precisa y adecuada para obligar al bateador a conectar de forma ideal para materializarla.

Durante la 61 Serie Nacional los aficionados camagüeyanos hemos visto como este tipo de jugada se ha hecho más frecuente de lo normal en la artillería de los Toros. Sabíamos que con la salida de tres hombres rápidos de la alineación como lo eran Bravo, Chapelli Jr y Segura el line up sería más lento y por ende nos harían más doble play, pero los números realmente alarman.

Hasta el juego 56 del campeonato al equipo Camagüey le han realizado 82 jugadas de doble play en 489 entradas y dos tercios a la ofensiva, eso da 1.5 jugadas de estas características cada nueve entrada. A los Toros le han fabricado al menos un doble play en 46 de esos 56 juegos y durante este período hemos tenido dos (2) juegos donde se nos han fabricado cuatro doble matanzas, siete (7) donde nos han hecho tres, dieciséis (16) de dos y veintiuno (21) con uno solo. 

Sin dudas este tipo de jugada es sumamente desfavorable para el equipo a la ofensiva que en ocasiones ve disipada, como lo dice el título de este artículo, de un guillotinaso, la posibilidad de fabricar carreras, uno de los mayores problemas de los Toros durante esta Serie.

Fíjense si lo antes dicho es importante que Camagüey ha perdido 32 choques hasta la fecha en esta temporada y en 28 de ellos nos han hecho al menos un doble play, sin embargo, hemos ganado en 6 de los 10 encuentro en los que no hemos facilitado esta situación, gran diferencia ¿verdad?      

Los equipos que más daño nos han hecho hasta la fecha son Artemisa con 11 doble play en 42 entradas a la ofensiva, Industriales con 10 en 44 episodios e Isla de la Juventud con 9 en 45 oportunidades al bate. Como dato curioso les dejo saber que, aunque el máximo de jugadas de este tipo que nos han realizado en un choque hasta la fecha son cuatro (versus Artemisa y Granma), Camagüey logró materializarle cinco (5) doble play al equipo Industriales en el único partido que le ganó este año a los oriundo de la capital cubana.

Sin dudas esta situación deberá ser una prioridad a resolver por el cuerpo técnico del conjunto que presentaremos para la Serie 62. Mover la alineación analizando la velocidad del jugador conjuntamente con las características de sus batazos (porcentaje de rolling vs fly), jugar más al bateo y corrido cuando se pueda o simplemente trabajando para lograr una mejor conexión con esos lanzamientos que son utilizados con mayor frecuencia para “obligarnos” a un batazo que resuelva cualquier situación compleja para el equipo rival.

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