Falló la ofensiva oportuna y Cocodrilos derrotan a los Toros

Heridos en su amor propio estaban los Cocodrilos después de sufrir una inesperada barrida en tierras de Toros.

Y con la mordida terrible, esperaban tranquilos para en esta tarde hacer pagar la afrenta de los Camagüeyanos.

Para eso, reservaron a su más letal arma en los últimos años: Yoanis Yera. Que además, llegaba como líder en PCL y en ponches. Sin duda, un hueso duro para los de Miguel Borroto.

Rápidamente, los del pantano mordieron al abridor Frank Madan, marcando dos en el mismo primer inning, combinando par de hits y un doblete.

Camagüey se vería desarmado en las primeras entradas, y en el segundo capítulo con dos hombres en bases, sin out, Yera fue dueño de la situación. Dominando a su antojo. Y espaciando los esporádicos sencillos agramontinos.

Madan también se autorelevó y se repuso del primer capítulo, y hasta el cierre de la 7ma entrada, mantuvo a raya a los Cocodrilos. Esperando una reacción de su equipo para tratar de nivelar las acciones. Y aunque abandonó el partido con desventaja, cabe señalar que lo hizo muy bien. Y no permitió hits desde la segunda entrada. 

A la altura del 7mo capítulo, Los Toros solo habían logrado 5 imparables, y de esa misma manera, 5 corredores habían quedado en base. No aparecía la producción taurina ante un lanzador que estaba mandando desde el inicio. 

Las pocas veces que Camagüey tuvo oportunidades de anotar carrera, no lograron más que solo amagar, pues en 3 ocasiones, la maldición de los Doble Play, volvió a tocar a la nave de la tierra de los tinajones. Tres veces llegó el mejor amigo del lanzador, que no necesitaba tanta ayuda, pero que hoy se encontraba en uno de sus días de suerte. 

Trabajó 8 entradas completas, y brilló, propinando 10 ponches a la batería de Los Toros. 

A Madan lo sustituyó el novato zurdo Carlos Alberto Pedroso. Que retiró el 8vo de 1,2 y 3. Con par de ponches incluidos. Ya es hora de ver a este muchacho con una mirada más atenta. 

En el 9no Inning, el líder en hits de la campaña, Alexander Ayala, abrió fuego conectando su 3er imparable del juego. Venía lo mejor de la tanda camagüeyana tratando de lograr la igualada, al menos. 

Ya no estaba Yera, había sido relevado por el lanzador abridor, el zurdo espirituano Yanmichel Pérez. 

La amenaza crecería con un infield hit de Yordanis Samón y se ponía tensa la situación con la entrada al cajón de bateo de Luis González Azcuy y el empate en circulación. Pero sería dominado en infield fly a 2da base. 

Aún faltaba Leslie Anderson. Era un duelo de “zurdo contra zurdo”. El público batía palmas. 

Leslie, en conteo de 2 bolas sin strike, conectó hit al LF y empujó la primera carrera para su equipo, cerrando el juego 2 – 1.

Matanzas reclamó que el corredor no había pisado la 3ra base, al doblar rumbo a home, pero la protesta no fructificó. 

Borroto sacó a batear a Luis Enrique Gómez en sustitución de Téllez que había sido ponchado por Yera en par de ocasiones. El empate estaba en 2da base. El momento era muy tenso… Con lanzamientos en la zona de duda que el principal no cantaba como buenos.

Así, llegó a la cuenta máxima de 3 y 2, había un out en la pizarra, y Luis Gómez quedó para la foto con un lanzamiento al medio del home al cual no le hizo swing. 

Todo quedaría para Yosbel Pérez. Ya habían dos outs en la pizarra. Pero los sueños de los Toros morirían en la orilla con un elevado al jardín derecho para el último out del partido. 

Siempre será muy polémico que Luis Antonio González Azcuy no tocó la bola para sacrificarse, pues de haber sido así, el hit de Anderson hubiera empujado dos carreras, pero también es cierto que a Anderson le hubieran dado 4 bolas malas, aunque Ferrer estaría poniendo la carrera del gane en circulación. Y yo estoy de acuerdo con la decisión de dejar batear a Luis González a la búsqueda de una conexión que limpiara las bases… ¿Qué hubiera hecho usted?

Era muy importante que Camagüey hubiera ganado, y con la derrota 2-1, el plantel agramontino se aleja cada vez más de la zona de clasificación. 

Mañana, siempre hay un mañana. 

Por ahora, es todo… Nos vemos en el estadio.