Tan solo pisar suelo americano la mayor promesa del béisbol cubano abandonó el equipo montándose en un auto y desapareciendo de manera repentina. 

Como era de esperar el suceso ha trascendido y se han hecho eco todos los medio deportivos a nivel mundial, pero a los cubanos que seguimos y amamos nuestro pasatiempo nacional la noticia no nos sorprende para nada. 

No será la primera ni la última vez que situaciones de esta índole tengan lugar en nuestras delegaciones deportivas. 

La ruptura del pacto entre la Federación Cubana de Béisbol y la oficina del comisionado de las Grandes Ligas ha hecho estrago en el sueño de numerosos peloteros cubanos que vieron cómo se les tronchaba la quimera de ser parte del “Big Show” asegurándose un contrato que en el orden económico representaría un gran incentivo para sus vidas. 

En el caso de César Prieto era un secreto a voces que al muchacho la Serie Nacional Cubana le quedaba chiquita. Que necesitaba y reclamaba a gritos un salto cualitativo y cuantitativo que no era digno de una liga mexicana.

Una vez más todo queda a merced del tiempo que como siempre dirá la última palabra. 

Por el momento solo nos queda suspirar, tirar tres monedas al aire y preguntarle al I Ching cómo será el fin…

Un comentario en «Te dije que se iba y se fue»
  1. En el mundo del deporte profesional se hace contratos con individuos no con gobiernos. Esto lleva a la explotación de los atletas donde son los k tienen el talento.

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